lunes, 3 de enero de 2011

Canvio de año

Despues del canvio de hábito, no cambiaré este y escribiré las crónicas de los dos últimos entrenos/carreras

El viernes cursa del Nassos en Barcelona, 10kms. con el encanto de empezar ha correr de dia y acabar de noche. Como en todas las carreras multitudinarias, la salida es rápida para no quedara atrapado en embudos de corredores (y aún así siempre pillas alguno) en el km. la tengo el ritmo de carrera que + o - no dejaré hasta el final. Antes del km. 4 me adelanta un corredor al que habia ganado en la Pujada al Castell de Castelldefels y claro,¿ como me va ha adelantar antes del 5 si en una carrera de 5 no ha sido capaz de llegar antes que yo? acelero un poco para aponerme a su lado y enseguida aprovecho la estela de otro que nos pasa en ese momento para irme con el. Así van transcurriendo los kms. hasta casi el 8 donde se empareja conmigo otro corredor de aquellos que no me gusta que me ganen por lo inhabitual de este hecho, aprieto los dientes y el ritmo (más lo primero que lo segundo, las piernas ya no tienenla frescura del principio) y consigo que aunque cerca siga detrás hasta cruzar meta, cosa que hago en 38' 50"

Domingo de entreno con los marchadores y corredores entrenados por Jordi Ballesteros,
costumbre que viene de este verano, nos vamos juntos 3 corredores y empezamos con 30' por la arena de la playa (menos mal que ha estado lloviendo toada la noche y la arena estaba bastante compacta) lo que ya nos deja las piernas quejumbrosas y las neuronas totalmente confusas ante el maltrato general (llevamos mucha navidad encima para que este cambio tan drástico parezca normal y lógico) despues pasamos al peseo marítimo y hacemos 15' bastante serios (aquí se descuelga el más joven del grupo, lo siento, no recuerdo el nombre) giramos y otros 15' totalmente hostiles entre nosotros y con nuestra salud (aquí si me acuerdo del corredor que se queda atrás, mas que nada porque soy yo) consigo hacer el camino de vuelta 30" más rápido y lo doy por bueno, por lo cansado que estoy.
No hace falta recordar el buen almuerzo en que acaban estos entrenos dominicales

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